El observar caer vida a los pies de quien erguido se dirige hacia un destino compartido por la humanidad. Un destino inevitable, que a muchos nos agobia, a otros les fascina y que terminalmente todos acaban festejando, en una irónica forma de celebración, de algo tan opuesto a la esencia de la vida misma. El redundar sin desearlo en una especial que pareciese correr a veces mas rápido que nosotros mismo, que supondría yo que seriamos los que deberíamos de mantener el paso de este curso finito.
El que todo se resuma a tu cama en las noches antes de dormir, como la síntesis de un diario que jamás nadie podrá leer, el tratar de componer una canción con tantas herramientas, elementos e inspiración acumuladas y no tener la habilidad para comenzar a construir algo que se niega lograrse.
El no encontrar pasos sobre un mismo rumbo de una vereda que comienza tornarse mas agreste y de cual se acaba haciendo uno mismo ese camino en medio de lo impenetrable, y comenzando, en este caso, a construir uno mismo sus propias veredas.
Son tantas cosas que van dando indicios de que “casi todo” es “casi nada”
Sin embargo, es un indicio de que ese “casi todo” es parte de algo mas grande que muchas cosas que alcanzamos a concebir en nuestros pobres esquemas diarios de las vivencias cotidianas. Algo tan grande como la vida misma en su minucia de tiempo, en relación a lo que conocemos como eternidad.
Como cuando encuentras que tu trabajo es desvalorado por personas que ni siquiera tienen una pizca de coherencia suficiente como para poder emitir juicios objetivos, y no lo digo por mi solamente, por que de hecho, alguna vez yo hice algún pre-juicio ante alguien sin conocer en realidad lo que su intención interna tenia destinada.
Y como al parecer la catrina andaba de paseo por las cercanías, no basta con arrastrar a los que la tienen mas cerca y que por descuido propio la encuentran, sino que a colación caen personas que, en un sentido coloquial-social se dice: NO SE LO MERECIA! Lo cual es mas irónico que la vida misma, como lo dijera Alanis M. ya que si nadie pudiera tener la facultad de “no merecer” pues, todos tendríamos el argumento justo para diferir del inevitable destino, entonces ¿todos la merecen por ser inevitable? O ¿nadie la merece por el valor personal que los demás otorgan?
· El suicida que se fuma 20 cigarrillos diarios
· El pobre incauto que por ir a 180 kph no alcanza a frenar?
· El joven que sin saber como ni cuando tenia en su patio una moda distractora de los
· O el anciano que después de una prolongada vida, decae poco a poco en un estado de
Lastimosas situaciones que si a profanidad pudieran observarse, tal vez podría encontrarse mas cosas que un simple “no se lo merecía”
Quien merece morir?
Quien merece vivir?
Si somos mas que nada
Y menos que todo
SI tenemos tan poco tiempo
En un universo que pareciese nunca terminar
Si no todo es fatal
Entonces por que no pro-creativo
Si el amor da tanto miedo
Por que tememos odiar
Si no tenemos a nadie
Por que diablos nunca estamos solos
Y por que la vida es tan pequeña
Y la eternidad tan inalcansable
Talvez por eso
Casi nada es casi todo
Y casi todo es casi nada.